Hoy en día hay muchos propietarios que por distintas circunstancias quieren poner en alquiler su vivienda y dudan entre alquilarla por un corto o largo periodo de tiempo. En este post te contamos las distintas opciones que existen y las ventajas de alquilar tu piso en lugar de usarlo como apartamento vacacional.
Qué es un alquiler de larga duración
Un alquiler de larga duración es aquel en el que el propietario alquila una vivienda de forma permanente, convirtiéndose así en la vivienda habitual del arrendatario durante un periodo mayor de tiempo.
La ley establece un contrato mínimo de alquiler de seis meses, aunque la realidad es que se puede acordar libremente entre las partes la duración del contrato. A partir de entonces, el inquilino podría rescindir sin costes este contrato siempre que avise con 30 días de antelación al propietario y no haya ninguna cláusula que indique una indemnización. Si el contrato es inferior a cinco años (o siete en el caso de que el arrendador sea persona jurídica), este será renovado obligatoriamente cada año, hasta llegar a un máximo de cinco o siete años respectivamente.
Ventajas del alquiler de larga duración
Ciudades como Madrid tienen una gran demanda de alquiler de larga estancia, ya que la capital sigue recibiendo una media de 55.000 nuevos residentes al año. Muchos de ellos escogen la opción del alquiler ya que les permite más flexibilidad, teniendo en cuenta que cada día hay más movilidad por motivos laborales. Además, los precios del alquiler están en alza en el último trimestre de 2021 en la mayoría de los distritos céntricos de Madrid, como en el distrito Centro (+ 4,7 %), Chamberí (+ 2,8 %), Salamanca (+ 0,7 %) o Chamartín (+ 0,4 %).
Ingresos fijos
Lo primero que un propietario valora a la hora de alquilar un inmueble es la rentabilidad que le va a sacar al mismo y si estos ingresos van a ser regulares o no. En este caso, en un alquiler de larga estancia tendrás un ingreso regular con el que podrás contar cada mes. En un apartamento vacacional los ingresos no están garantizados y según las diferentes temporadas puede resultar más difícil encontrar huéspedes.
Rebajas fiscales y menos gastos de gestión
Los alquileres de larga temporada salen beneficiados ya que no cuentan con los gastos y las gestiones relacionadas con el pago de suministros mensuales como el gas, el teléfono, la luz, el agua o conexión a internet. Igualmente, se deducen gastos derivados de la actividad del alquiler como el IBI, electricidad, reparaciones o conservación. Además de ello, los impuestos se pagan de forma anual en la declaración de la renta, lo que evita una de las gestiones más difíciles como es la referente a la fiscalidad de los alojamientos turísticos.
Menor mantenimiento
No tendrás que preocuparte de limpiar la casa e incluso puede que no necesites ni amueblarla. Algunos inquilinos cuentan con sus propios muebles por lo que podrías olvidarte de actualizar el mobiliario. El alquiler vacacional por su parte requiere dedicar mucho más tiempo al mantenimiento y la limpieza regular de tu inmueble. Cada persona que se aloje en él valorará su estancia por lo que sus opiniones serán muy importantes a la hora de encontrar nuevos huéspedes.
Te ocupará mucho menos tiempo
Una vez que suscribas el contrato con el inquilino tus gestiones serán mucho menores y puntuales. No tendrás que lidiar con la entrega de llaves o la publicidad del inmueble como en el caso de un alquiler vacacional. Éste es uno de los detalles o ventajas más importantes a la hora de alquilar tu piso en lugar de usarlo como apartamento vacacional
Una fianza mayor
La seguridad a la hora de alquilar tu piso es muy importante. Para cubrir los gastos derivados de daños en la propiedad o sus elementos se pide una fianza mucho más elevada en un alquiler de larga estancia que en uno de corta estancia. Además, no tienes que devolver el importe al inquilino hasta que termine su contrato.
Los inconvenientes de los apartamentos de alquiler vacacional
Las Viviendas de Uso Turístico (VUT) son pisos, viviendas, estudios, apartamentos o casas que se alquilan de forma integral, no por habitaciones, y durante un periodo corto de tiempo, ya que no pueden ser viviendas permanentes.
Una regulación más estricta para las Viviendas de Uso Turístico
Este tipo de viviendas están sujetas a una regulación especial, diferente a la del alquiler convencional de larga estancia. Además de la fiscalidad y los requisitos ya existentes, el Ayuntamiento de Madrid aprobó el verano de 2021 una nueva ley que afecta sobre todo a estas viviendas, limitándolas únicamente a los bajos y primeras plantas de los edificios, siempre y cuando no haya vecinos debajo.
Pero este sólo es uno de los inconvenientes a los que podrías tener que enfrentarte si te decides por alquilar tu piso como apartamento vacacional. Por un lado, debes comprobar que tu comunidad de vecinos no prohíbe dicha actividad. Por otro lado, deberás registrar la vivienda como VUT y obtener una licencia. Además, tienes que cumplir con una serie de requisitos que establece cada comunidad autónoma sin los cuales te puedes enfrentar a fuertes sanciones económicas en algunos casos. Uno de estos requisitos es el certificado de idoneidad para viviendas de uso turístico (CIVUT).
Paralelamente y a consecuencia de la gestión de este tipo de inmuebles, necesitarás disponer de mucho más tiempo. Para empezar, tendrás que poner el anuncio en una o varias plataformas atendiendo mucho a las condiciones que estas imponen. De lo contrario, tendrás que acordar directamente las condiciones con el inquilino, por lo que deberás estar seguro de todas las condiciones legales a incluir en el contrato. Del mismo modo, tendrás que administrar las reservas, la llegada y salida de los inquilinos y los problemas que se puedan derivar durante la estancia de estos o posteriormente.
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