Si eres propietario de un inmueble, edificio o terreno, independientemente de que vayas a disfrutar directamente de él, lo vayas a alquilar como vivienda o con un fin comercial, debes tener claro qué es la responsabilidad civil inmobiliaria y cómo protegerte ante posibles daños ocasionados a terceros.
En Almanova te explicamos en qué consiste este tipo de seguros y qué consideraciones debes tener en cuenta a la hora de contratar tu póliza.
¿Qué es la responsabilidad civil inmobiliaria?
La responsabilidad civil inmobiliaria es aquella responsabilidad que corresponde al propietario de un inmueble, edificio o terreno por los posibles daños que pueda ocasionar a un tercero.
Para entenderlo mejor, vamos a centrarnos en algunos ejemplos acotados al propietario de una vivienda, ya sea para disfrute propio o destinada al alquiler:
- Una mala instalación eléctrica provoca un cortocircuito que origina un incendio que afecta también a las viviendas colindantes.
- La rotura de una tubería provoca una inundación que ocasiona daños en las viviendas de pisos inferiores.
- El desprendimiento de una cornisa provoca lesiones a un viandante.
- Una antena cae sobre un vehículo estacionado en la calle.
Al ser situaciones que, como propietarios, no podemos controlar al 100%, es siempre aconsejable contar con un seguro de responsabilidad civil inmobiliaria que garantice la cobertura de estos daños a terceros producidos por el contenido y el continente de nuestro inmueble y así proteger nuestro patrimonio.
¿Qué diferencias hay entre responsabilidad civil inmobiliaria y responsabilidad civil locativa?
La responsabilidad civil inmobiliaria suele confundirse con la responsabilidad civil locativa.
La responsabilidad civil locativa protege a los inquilinos de un inmueble de los daños ocasionados a terceros o a los propietarios durante el ejercicio de una actividad en el inmueble arrendado, ya sea de forma voluntaria o involuntaria.
En caso de no contar con este seguro de responsabilidad civil locativa, el inquilino debe responder con su propio patrimonio ante los daños ocasionados a terceros, independientemente de que el propietario tenga un seguro de responsabilidad inmobiliaria, ya que se trata de daños causados por el inquilino o por su actividad.
Estos seguros de responsabilidad civil locativa son por tanto más habituales en alquileres con destino comercial.
Por tanto, aunque siendo responsabilidades similares, hay un punto claro de diferencia: La Responsabilidad civil inmobiliaria protege al propietario de posibles daños a terceros y la locativa protege al inquilino que generalmente está desarrollando una actividad comercial o lucrativa en el inmueble o edificio.
¿Qué pólizas suelen incluir la responsabilidad civil inmobiliaria?
Las compañías de seguro suelen incluir la responsabilidad civil inmobiliaria principalmente en dos tipos de pólizas:
a) Los seguros multirriesgo o de hogar, que muchas veces se contratan junto al préstamo hipotecario al comprar una vivienda.
b) Las pólizas de responsabilidad civil, que cubren las obligaciones legales de personas cuyo negocio o propiedad ha generado daños a terceros.
En muchas ocasiones, las pólizas de seguro de hogar o multirriesgo no incluyen por defecto la responsabilidad civil inmobiliaria.
Es recomendable, al contratar este tipo de pólizas, revisar que incluyen el seguro de responsabilidad civil inmobiliaria y no confundirlo con el seguro de responsabilidad civil locativa o con los seguros contra incendios o contra otro tipo de riesgos, ya que, como hemos visto, la responsabilidad civil inmobiliaria nos protege de los daños ocasionados a terceros y sus posibles reclamaciones.
¿Qué debe cubrir un seguro de responsabilidad civil inmobiliaria?
Un seguro de responsabilidad civil inmobiliaria óptimo debe cubrir, al menos, los siguientes riesgos:
a) Daños causados por el edificio: Si el edificio causa algún daño a terceros y tu eres propietario de una vivienda en ese edificio, el seguro de responsabilidad civil debe cubrir el porcentaje que te corresponde de lo que la Comunidad de Propietarios tiene que afrontar económicamente tras la reclamación de un tercero. Si la comunidad de vecinos cuenta por sí misma con un seguro de responsabilidad civil inmobiliaria, es este seguro el que entra en acción.
b) Daños causados por obras en la vivienda.
c) Daños por agua.
d) Daños provocados por incendios o explosiones.
e) Costes judiciales: El seguro de responsabilidad civil inmobiliaria contratado debe cubrir los costes derivados de las acciones judiciales que puedan surgir a partir de las reclamaciones por daños de un tercero.
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